Recados e Imagens - Fadas - Orkut
................................¡Oh mi amado Dios,

............................soy como una mariposa,

.....................pero tengo pegamento en las alas!

.................................¡Dios, ayúdame!

....................................¡Deseo volar!

............................¡Enséñame a moverlas!

....................................¡Que así sea!

...................................¡POR LA VIDA!



........................... ..¡Y en verdad así es!

...........................¡No puedes hacer nada

......................porque estás pegado al suelo!


.........................¿Estás listo para aprender?

sábado, 29 de noviembre de 2008

Los Hijos y el Amor



Ahora... ¿cuál es el próximo punto en la lista? Los hijos.


¿Cuántos de vosotros sois padres? ¿Cuántos les habéis «dado» a vuestros hijos? Les «disteis» a vuestros hijos. ¿Cuántos les recordáis eso a diario? ¿Cuántos hacéis que vuestros hijos se sientan culpables porque deberían estar aquí?


Ahora, en cuanto a tus hijos, ¿quiénes son? Bueno, podrían haber sido tus padres en otra vida. A veces se portan de esa manera, ¿no es verdad? ¿Es posible que hayamos contado esta historia antes, digamos hace 200 años? ¿Que tus hijos en realidad son tus padres y que les hiciste la vida difícil y desgraciada? ¿Y que tomaste, tomaste y tomaste hasta que a tu madre le dio un ataque al corazón y tu padre se volvió alcohólico y huyó, y tú no entiendes cuál fue el problema? ¿Y puede ser que hayan regresado a tu vida y que te parezcan un poco familiares?


¿Son tus hijos tomadores, tomadores, tomadores? Porque si lo son es porque tú tomaste y tomaste y tomaste de ellos.


Ten cuidado: tus hijos fueron una vez tus padres. Ahora, si entendemos esa situación terrible —por más verosímil que sea— veámosla entonces de la siguiente manera: tus hijos están haciendo solamente lo que se ven obligados a hacer. Están tomando y tomando y tomando porque todavía no se les ha enseñado a dar. En su vida pasada, alguien tomó y tomó y tomó de ellos, pero ellos no entendieron el arte de dar y amar.


A los niños se les tiene que enseñar de nuevo cómo tener el sentimiento, así como se te tiene que enseñar a ti. Los niños necesitan el ritual de dar. Es más, necesitan las enseñanzas rituales de dar. A los niños se les debe enseñar lo que es poder darle a otra persona su posesión más preciada. Se les debe enseñar que, a menos que entiendan que Dios es amor, Dios se quedará alejado de ellos para siempre. Así que, ¿cuál es tu tarea? Tu tarea es dar amor a tus hijos. Y a cambio, la naturaleza de ese amor les enseñará a hacer lo mismo.


No es casualidad que sea importante recordar el cumpleaños de alguien o, en verdad, poder celebrar el nacimiento y la resurrección de Cristo. Es un ritual de iniciación que convoca a toda la gente de una cultura a la hora de dar gracias, y de dar y compartir. Eso es lo que debe ser.


Recuerda: los Reyes Magos fueron a ver a Yeshua ben Joseph cuando era un niñito pobre y le dieron, a él que no tenía ningún sentido del valor, oro y mirra y sedas valiosas. ¿Crees que al niño le importaban el oro y la mirra? Ése no fue el caso. El caso fue que la grandeza «dio» a la humildad. ¿Entiendes? Ésa es la simbología.


Y si no instruyes a tus hijos, entonces te juro que a lo mejor un día regresarás como sus hijos. ¿Y no sería un espectáculo horroroso tener a tus hijos de padres? ¿Y qué tan bien te criarían ellos a ti?



Del libro: El Misterio del Amor