Recados e Imagens - Fadas - Orkut
................................¡Oh mi amado Dios,

............................soy como una mariposa,

.....................pero tengo pegamento en las alas!

.................................¡Dios, ayúdame!

....................................¡Deseo volar!

............................¡Enséñame a moverlas!

....................................¡Que así sea!

...................................¡POR LA VIDA!



........................... ..¡Y en verdad así es!

...........................¡No puedes hacer nada

......................porque estás pegado al suelo!


.........................¿Estás listo para aprender?

sábado, 29 de noviembre de 2008

Los Hijos y el Amor



Ahora... ¿cuál es el próximo punto en la lista? Los hijos.


¿Cuántos de vosotros sois padres? ¿Cuántos les habéis «dado» a vuestros hijos? Les «disteis» a vuestros hijos. ¿Cuántos les recordáis eso a diario? ¿Cuántos hacéis que vuestros hijos se sientan culpables porque deberían estar aquí?


Ahora, en cuanto a tus hijos, ¿quiénes son? Bueno, podrían haber sido tus padres en otra vida. A veces se portan de esa manera, ¿no es verdad? ¿Es posible que hayamos contado esta historia antes, digamos hace 200 años? ¿Que tus hijos en realidad son tus padres y que les hiciste la vida difícil y desgraciada? ¿Y que tomaste, tomaste y tomaste hasta que a tu madre le dio un ataque al corazón y tu padre se volvió alcohólico y huyó, y tú no entiendes cuál fue el problema? ¿Y puede ser que hayan regresado a tu vida y que te parezcan un poco familiares?


¿Son tus hijos tomadores, tomadores, tomadores? Porque si lo son es porque tú tomaste y tomaste y tomaste de ellos.


Ten cuidado: tus hijos fueron una vez tus padres. Ahora, si entendemos esa situación terrible —por más verosímil que sea— veámosla entonces de la siguiente manera: tus hijos están haciendo solamente lo que se ven obligados a hacer. Están tomando y tomando y tomando porque todavía no se les ha enseñado a dar. En su vida pasada, alguien tomó y tomó y tomó de ellos, pero ellos no entendieron el arte de dar y amar.


A los niños se les tiene que enseñar de nuevo cómo tener el sentimiento, así como se te tiene que enseñar a ti. Los niños necesitan el ritual de dar. Es más, necesitan las enseñanzas rituales de dar. A los niños se les debe enseñar lo que es poder darle a otra persona su posesión más preciada. Se les debe enseñar que, a menos que entiendan que Dios es amor, Dios se quedará alejado de ellos para siempre. Así que, ¿cuál es tu tarea? Tu tarea es dar amor a tus hijos. Y a cambio, la naturaleza de ese amor les enseñará a hacer lo mismo.


No es casualidad que sea importante recordar el cumpleaños de alguien o, en verdad, poder celebrar el nacimiento y la resurrección de Cristo. Es un ritual de iniciación que convoca a toda la gente de una cultura a la hora de dar gracias, y de dar y compartir. Eso es lo que debe ser.


Recuerda: los Reyes Magos fueron a ver a Yeshua ben Joseph cuando era un niñito pobre y le dieron, a él que no tenía ningún sentido del valor, oro y mirra y sedas valiosas. ¿Crees que al niño le importaban el oro y la mirra? Ése no fue el caso. El caso fue que la grandeza «dio» a la humildad. ¿Entiendes? Ésa es la simbología.


Y si no instruyes a tus hijos, entonces te juro que a lo mejor un día regresarás como sus hijos. ¿Y no sería un espectáculo horroroso tener a tus hijos de padres? ¿Y qué tan bien te criarían ellos a ti?



Del libro: El Misterio del Amor

lunes, 29 de septiembre de 2008

Los padres y el amor


Si entonces estudiamos esto, podemos clasificarlo en categorías. Maestro Garola, escribe en la pizarra: padres, madre, padre, hijos, amigos, enemigos, adultos, amantes, esposos y
esposas. ¿He omitido algo? Perros, gatos... ¿Mascotas? Mascotas. Vecinos, maestros compañeros. ¡Magnífico! ¡Ésa es una lista de por sí!


¿Representa esta lista el amor? ¿Lo representa? ¿Cómo lo sabes?


Ahora, ¿cuántos de vosotros pensáis que vuestros padres se estaban divirtiendo la noche en que fuisteis concebidos? ¿Cuántos pensáis que por lo menos uno de ellos se estaba divirtiendo? ¿Qué os parece a los de este lado del salón? Por lo menos uno de ellos se estaba divirtiendo. Así que fuisteis concebidos en un momento de dar y tomar, ¿no es así? ¿Cuántos estáis de acuerdo?


Entonces ahora estás familiarizado con los padres. Y se los llama padres porque en la magnífica lujuria que compartieron te amaron hasta darte la vida. Hay dadores y tomadores; hay hombres y mujeres. Y están hechos para dar y recibir. Los hombres, obviamente, han sido creados para poner la simiente en el nido interno de la mujer. Eso es dar. Y la mujer toma. Luego, cuando la mujer crea al niño, ella le da al niño, y el niño toma. ¿Verdad?



Ahora, ¿representan los padres el amor creativo? ¿Cuántos estáis de acuerdo? Lo representan. Aunque sólo sea por ese momento; aunque el único motivo para estar juntos haya sido que tú pudieras escabullirte por la puerta trasera de la encarnación. En ese momento hubo permiso, ¿no es cierto?



Cuando vemos a nuestros padres desde este punto de vista, los vemos de una manera un poco distinta. Entonces entendemos que, como seres humanos, también son Dios de manera innata. Ellos, que están vestidos de forma humana, están diversificados y polarizados en positivo y negativo. Para crear unidad, lo positivo y lo negativo tienen que unirse. ¿Entiendes? Ahora, aquí tenemos amor sólo por un momento.



Después de que el niño ha sido concebido, puede que se ponga en duda lo que cada uno sintió realmente esa noche. Y después de nacer el hijo, sentimos que con nuestra acción de dar y tomar hemos creado. Nosotros lo hicimos, y con eso dimos a luz a una vida nueva. ¿Cuántos entendéis eso?



Entonces los padres son seres humanos. No saben tanto como tú sabes, y te aseguro que tus hijos van a saber mucho más que tú. Pero cada vez que tus padres expresaron amor lo hicieron a través de la naturaleza dadora de su ser. Y realmente, algunos de vosotros sois sumamente afortunados de haber tenido padres que se quedaron juntos, que debido a ese dar y recibir son inseparables. ¿Cuántos habéis tenido eso? Eso es bello. Di lo que quieras de tus padres, pero obviamente hay un sentimiento que recobran de vez en cuando y que los mantiene unidos. Ése es el pegamento. Se llama amor. ¿Cuántos de vosotros entendéis? Ahora, tú eres el resultado de ese amor.



Entonces, ¿no es el parto una profesión noble? ¿No lo es? Y aunque tu vida te guste o no, es un regalo. Y es un regalo de tu madre y de tu padre que se unieron y copularon en un momento de gran lujuria (amor). Y entonces fuiste creado. Es muy hermoso, realmente.



Así que aquí tenemos un pequeño problema. ¿De qué manera amas a tus padres? ¿Amas a tus padres? ¿Cómo sabes que amas a tus padres? ¿Qué les has dado a tus padres últimamente? Bien, vamos a analizar esto. Dices: «Yo amo a mis padres, pero son esto, son eso, son aquello y son lo otro». ¿Qué estás haciendo? El amor no se trata de criticar; se trata de dar. Y si realmente amaras a tus padres, les darías tu respeto. Les darías amor, les darías tu atención, y les darías tu tiempo. ¿No es Dios un dador? ¿No son los hijos más o menos tomadores? Lo son. Entonces, ¿cómo te va a ti en el área de los padres? ¿De qué manera amas a tus padres? ¿Cuántos de vosotros habéis desilusionado a vuestros padres? ¿Y cuántos nunca habéis desilusionado a vuestros padres? ¿Cuántos habéis sido alguna vez desilusionados o heridos por vuestros padres?



Ahora, a menudo la gente confunde el amor con la necesidad. ¿Cuántos de vosotros habéis visto o habéis estado alguna vez cerca de una persona muy necesitada? Las personas necesitadas son tomadoras. Eso es todo lo que tenemos que decir. Eso las explica muy bien. Ahora, si una persona necesitada es tomadora, ¿está expresando amor? ¿Cuántos de vosotros entendéis? No están expresando amor. Están en un estado de necesidad. La mayoría de la gente no comprende la diferencia entre un estado de necesidad y un estado de amor. Lo único que entienden es que nadie está satisfaciendo sus necesidades. Y si sus necesidades no están satisfechas, eso generalmente causa una decepción.



Ahora, esa necesidad puede ser tan pequeña como hacer que tu madre o tu padre te digan que te quieren o que lo hiciste muy bien. A lo mejor no te dijeron eso. En ese caso, te hubieras sentido decepcionado porque necesitabas que te lo dijeran. Pero ¿por qué necesitabas que te dijeran eso? Vamos, es muy simple. Esto va a ser muy iluminador en vuestras vidas después del curso. Porque querías que tus padres reconocieran que habías hecho algo bueno. ¿Cuántos de vosotros lo entendéis? Eso es comprensible entre los niños.



Ahora, el problema con los padres es que ellos fueron hijos una vez. Nadie salió de la matriz barbudo. Y hay solamente unas cuantas especies que nacen preñadas. Así que todos los padres han sido hijos.



Y, muy probablemente, los hijos crecerán y serán padres de acuerdo con la manera en que fueron enseñados, porque todos hemos aprendido que el cerebro crea la realidad como respuesta a su medio ambiente según como haya sido instruido. ¿Verdad?



Ahora, ¿qué pasa cuando los niños necesitados se hacen mayores? ¿Cuántos de vosotros sois adultos y necesitados? Adelante, todo está bien, la confesión es buena para el alma. ¡Solamente os regañaré más tarde!



Ahora, os estoy soltando esto porque os molesta a todos. Y me gusta meterme y soltarlo porque quiero que os moleste, ya que hay algo específico que aprender sobre el amor. Y es esto: si sabemos que el sentimiento más sublime es la acción de dar y que esta acción es la naturaleza del amor mismo, entonces nosotros, que somos los dadores, casi nunca nos encontramos en un estado de necesidad, porque estamos en un estado de amor.



¿Cuántos de vosotros habéis estado tan enamorados que nada más importaba en vuestras vidas? Así que mira: de eso estoy hablando. Cuando estás en un estado de amor, estás en un estado de Dios. Cuando estás en un estado de Dios, no estás en un estado de necesidad: estás en un estado de dicha suprema. Sin embargo, la mayoría de las personas interpretan eso sólo en función de estar enamorado de personas en particular. Todavía les queda por descubrir que abarca toda la vida y que, en verdad, comprende a todas las personas. Y ese amor tiene que ser un círculo de 360°. No puede ser solamente 30° de ese círculo. Tiene que ser completo, así como Dios escompleto. ¿Entiendes?



Ahora, los padres deben ser venerados y respetados. Pero sobre todo, el amor más grande que los hijos pueden dar a sus padres es no esperar que sean algo distinto a lo que quieren ser. ¡Te agarré! Deberías amarlos incondicionalmente.



Es decir, cuando estás decepcionado con tus padres es porque estás decepcionado contigo mismo. Es porque no te has dado amor. ¡Tus padres son seres humanos! ¡Son Dioses! En realidad, son tus hermanos y hermanas. Así que no seas infantil y sabe eso. Y honrar a tus padres significa simplemente no hacerlos responsables de tu vida. Sé tú responsable de tu vida. Asume la responsabilidad sin importar lo que grite dentro de ti y dales amor a tus padres. Dales la libertad de ser lo que quieran y apóyalos. ¿Cuántos de vosotros entendéis eso?



Ahora, qué pasaría si tus padres te dijeran: «Estamos muy decepcionados contigo. No nos gusta lo que estás estudiando. No nos gusta que estés criando vacas. ¡Deberías estar en una oficina!» Ésa es una declaración aplastante para la gente insegura. Y sucede todos los días. Todos los días los hijos decepcionan a los padres y los padres aterran a los hijos. Qué pasaría si dijeras: «Está bien que sintáis eso por mí. Está bien. Todavía os amo». ¿Qué harían los padres entonces? «¿Queréis que venda las vacas y me vaya a trabajar en una oficina? ¿Os haría eso más felices? Porque realmente yo soy muy feliz con vosotros. Os amo.» ¿Cuántos de vosotros entendéis eso?



¿Cuántos habéis criticado a Dios? ¿Cuántos habéis criticado a vuestro Dios? ¿Te ha aniquilado tu Dios? ¿Todavía estás vivo? ¿Todavía tienes úlceras? Todavía están ahí; el Vacío no se ha movido para que te caigas.



Ahora, la moraleja aquí es que el amor no debería ser condicional; debería ser la acción de dar. Cuando le das a alguien entendimiento, eso es amor. Cuando entiendes a tus padres, eso es perdón. Y si eso es puro en ti, se transferirá a ellos. Entonces ya no los necesitarás. Sólo los amarás. ¿Cuántos de vosotros entendéis? Que así sea.



Ahora: hermanos y hermanas. ¿De dónde vinieron? ¿Cuántos de vosotros habéis tenido problemas con vuestros hermanos y hermanas? Los hermanos y hermanas son realmente hermanos y hermanas en Dios. Y los padres no son más que otro hermano y hermana que se están dando a luz a sí mismos. Dios se está dando a luz a sí mismo. Los hermanos y hermanas son individuos únicos.



¿Cuántos de vosotros les guardáis rencor a vuestros hermanos y hermanas? ¿Por qué? ¿De qué te ha servido eso? ¿De qué te ha servido? ¿Cómo ha mejorado eso tu mañana? ¿Te ha hecho dormir mejor de noche? ¿Has pensado alguna vez que a lo mejor han sido un regalo en tu vida? Y quizá no hubieras tomado ciertas decisiones en tu vida —las que tal vez te han traído hasta aquí— si no fuera por sus acciones en tu vida. ¿Se te ha ocurrido alguna vez que el amor más grande que puedes dar a tus hermanos y hermanas es simplemente amarlos, y darles comprensión y libertad, y pensamientos afables y sinceros?



Y el caso es que si vas a ser un Dios y vas a ascender al cielo, no puedes ascender al cielo estando endeudado con enemigos aquí. ¿Entiendes eso? Y que para ser Dios, si concebimos que Dios es un círculo de 360°, no serás Dios si sólo el 30% de ti está dedicado a la acción de dar y el otro 70% está dedicado a la acción de tomar. ¿Entiendes? ¡Aferrarse al resentimiento es tomar! Estar enganchado en una actitud de resentimiento hacia tus hermanos o hermanas o tu familia no es dar; es tomar.



Ramtha

del libro: El misterio del Amor

martes, 9 de septiembre de 2008

La Solución al Misterio de «Dios es Amor»

Ahora, cuando podemos resolver el misterio de que Dios es amor, se abre para nosotros una iluminación absoluta. Si comprendemos esta simple declaración, sabremos entonces que cada vez que le hemos dado a alguien sin condiciones hemos sentido el surgir de este sentimiento.


¿Cuántos habéis experimentado ese sentimiento extraordinario al darle a alguien inesperadamente? Que así sea. Ese sentimiento es amor.



Además, cuando las personas se enamoran, lo que realmente están haciendo es entrar en una situación donde se dan mutuamente. Por eso es tan poderoso y magnético. Cuando la gente se deja de querer es porque uno está empezando a tomar más y el otro no está dando nada. Y muy pronto el dulce sentimiento de dar empieza a deteriorarse, porque la idea o nobleza que sostenía la relación sacrifica al amor por la acción de tomar.


Pero si has sentido esto al darle a alguien, has experimentado el sentimiento mágico que ocurre cuando te enamoras de una persona. Esos sentimientos son el mismo sentimiento; no son diferentes. Ése es el sentimiento.


Ahora imagina, si quieres, ese sentimiento en un nivel eterno siendo Dios. Si es así como se siente, ¿entiendes ahora por qué Dios te ha dado continuamente? ¿Cuántos de vosotros entendéis? Porque lo que Dios da en la acción de dar, es amor. Dios está enamorado del amor. Dios está enamorado del sentimiento de dar y de permitir que su cuerpo —el de él o ella— sea moldeado otra vez en un reino nuevo.


Ese sentimiento de dar es lo que Dios es, y todo maestro que alguna vez haya honrado este plano ha procurado enseñar eso a la chusma en el mercado; y enseñárselo de una manera a la vez noble y respetable.



Has sido amado hasta llegar a tener vida. Tal vez no lo sientas el domingo por la mañana cuando te despiertas después de una larga noche de sábado. Quizas no sientas que el amor hizo que te despertaras, pero hay una fuerza llamada vida que te ha amado y que experimentó puro gozo magnético al darte la vida para que pudieras quejarte de ello el domingo por la mañana.


Ahora, ¿no es un enigma entonces que este maravilloso sentimiento haya eludido a tanta gente durante tanto tiempo?


Sus momentos han sido fugaces. Y reinos completos han perecido, y ejércitos enteros han marchado hasta la muerte sólo por amor.


¿Y qué hombre no traicionaría a su propia familia a causa del amor? Parece ser el premio mayor de esta vida. Y la verdad es que lo es.
¿Por qué? Porque el momento en que expresas la acción de dar de manera inigualable es el momento en el que mas te asemejas a Dios en toda tu vida.


¿Quieres estar cerca de Dios? Pues sé Dios. ¿Y cómo eres Dios? Das y amas. Das hasta que sientes ese amor; entonces te asemejas a Dios. Cuando te separas de la gracia de Dios, no es que Dios te haya dado la espalda, sino que tú has olvidado lo que significa la unión armoniosa del amor.



¿Y no imitas esto en todas tus relaciones? ¿No estás buscando a alguien a quien amar o que te ame? ¿No esperas que tus hijos te amen? ¿No esperas que tus hijos encuentren el amor y sean felices? ¿No estás descubriendo que desearías que tus padres encontraran el amor y fueran felices? ¿No se tratan de eso todas tus tarjetas de felicitaciones? ¿No es verdad? Lo es.


Así que si Dios es amor, destapamos el misterio cuando preguntamos: «¿Qué significa todo esto?» Y lo que significa es que Dios es un dador; que Dios es un dador, no un tomador. Mi viejo maestro era un dador y no un tomador. Y esta noble entidad dejó que se extinguiera su pasado y continuó dando hasta que se agotó toda la vida que había en él.


Ramtha

del libro: El misterio del amor


martes, 2 de septiembre de 2008

Dios es Amor... Es dar, no tomar


¿Cuántas veces has oído que Dios es amor? ¿Cuántos de vosotros habéis oído esa declaración? Dios es amor. ¿Qué quiere decir eso? Bueno, da una especie de escalofrío en la espalda cuando alguien dice que Dios es amor y luego lees los Diez Mandamientos, ¿no? Es un poco confuso, ¿no es verdad? ¿Cuántos estáis de acuerdo? Bueno, yo también estoy de acuerdo.

Bien, vamos a comenzar por definir algo que tanto los poetas como los compositores y los escritores, y los coyotes que le aullan a la luna han tratado de explicar, y eso es el amor. Dios es amor y tenemos que volver al principio para ver cómo comenzó todo esto.

Ahora, si Dios es amor, maestros, entonces Dios se ha mantenido como un secreto muy bien guardado durante muchísimo tiempo, porque las acciones del amor no consisten en tomar, sino en dar. ¿Quieres apuntar eso?

El amor de Dios y llamar a Dios amor, se definen por el hecho de que Dios te hizo nacer a la vida. Él te ha dado la vida y nunca te la ha quitado. Así que si Dios es amor, el secreto del amor está en dar sin condiciones. Tomar no significa amor. Tomar no significa amor; dar sí lo significa.

Y todos conocemos ahora la historia de la creación y de cómo, en nuestra conciencia separada, fuimos creados en una ilusión de túnel, y estamos aquí abajo en la Tierra, y se supone que debiéramos estar soñando sueños, devolviéndoselos a Dios y luego creándolos aquí en la Tierra o dondequiera que vivas.

Entonces, esta entidad es lo que se llama Prima Materia, porque esta entidad, la primogénita del Principio Madre/Padre, hizo lo mismo para darte ahora una situación desagradable/agradable.

Actuó como el amor, te dio. Hemos dicho, y lo has aceptado como una filosofía, que tu Dios es tanto personal como trascendental. Que no sólo eres ese Dios, sino que te da la ilusión de estar separado de él. Es trascendental. ¿Entiendes?


Ahora, maestros, vuestro Dios os lanzó al plano terrenal, y habéis estado creando y evolucionando durante todo este tiempo. Estáis aquí fuera y os habéis desplazado de Dios a la humanidad. Dios se vuelve trascendental en vez de personal.

Pero si este Dios —cada uno de vosotros— de repente dijera: «No más», en un instante olvidarías todo, desaparecerías y ya no existirías, nunca jamás. Es más, el recuerdo de tu naturaleza continua se anularía simultáneamente; nunca habrías existido. Así que este Dios te da la libertad aquí abajo para que te cuelgues de su árbol y te columpies, para que juegues.

Entonces, si el secreto de Dios es el amor, ¿cómo interpretamos ese secreto en nuestra propia vida? Yo lo encontré muy profundamente con mi maestro. Y lo que mi maestro representaba para mí era lo que yo había reprimido en mi interior, y eso era el Dios dentro de mí. Mi maestro reconoció la oportunidad de «darme». Y él, en vez de salir corriendo y hacer que yo lo matara, me dio todo lo que le quedaba. Y eso lo hizo noble.

Vamos a hablar de cómo podemos cultivar el amor y por qué es importante. Si Dios es amor, entonces Dios es aquel que da y no aquel que toma. He oído esto muchas veces recientemente. Los «tomadores» no son semejantes a Dios. Los «dadores» son como Dios, porque estamos restableciendo el principio divino dentro de nosotros. Yo era un tomador; no era como Dios. Mi maestro era el que daba y se asemejaba a Dios, y me dio sin condiciones. ¿Cuántos de vosotros entendéis? Ahora, el amor es el pegamento que mantiene todo unido.

Y entonces aquí tenemos que aprender, en una situación muy difícil, la magia del amor y cómo es en realidad. Esta cultura, una cultura que antiguamente destruyó los derechos de igualdad de las mujeres de estar a la par con el hombre, ha creado, en esta línea de tiempo, una realidad que ha originado un ambiente incivilizado, sin amor, indiferente, y venenoso, en el cual los frutos de esa represión han causado toda serie de dilemas en la naturaleza humana.

Y lo único que tuvimos que hacer fue tomar a los hombres o a las mujeres y quitarles su derecho divino, lo cual significa que por ser del género femenino, se las consideraba inferiores, y por lo tanto, podían ser usadas, abusadas, amontonadas y tratadas como ganado.

Y si luego se rebelaban, se creaba una enseñanza que decía que no tenían alma y que por lo tanto, tratarlas como ganado, como posesiones y abusar de ellas no era pecado, puesto que Dios os las había dado para vuestro propio placer.

Las atrocidades que se han cometido en el nombre de Dios y, en verdad, en el nombre del amor, son innumerables. Para que el amor pueda florecer debe haber una actitud como la que posee Dios, la cual se encuentra generalmente en los niños jóvenes, quienes antes de que su conocimiento se transforme en prejuicios, dogma, y en un carácter civilizado, dan amor a todo el mundo. Nos deleitamos en los niños pequeños porque nos dan muy fácilmente y lo único que nos piden es que los cuidemos. Les enseñamos a ser tomadores y los entrenamos de tal manera que pierden su naturaleza dadora y amorosa.

El amor no existe en una civilización que no considera a todos iguales. El amor existe en una civilización donde todos son iguales. Y, en verdad, los hombres y las mujeres, sin importar el color de los ojos y la piel, sin importar si son gordos o flacos, jóvenes o ancianos, deberían ser considerados iguales. Y hay indicios en esta cultura de que no es así, porque tendemos hacia lo bonito y evitamos lo feo. Tendemos hacia lo joven y destruimos lo viejo. En tal cultura, Dios como amor no existe.

Ahora, siendo mis estudiantes, os he dicho durante muchos años que mi gran amante era el Dios Desconocido y eso es exactamente lo que ocurrió en mi vida. Mi iluminación llegó cuando, después de muchos años, comencé a entender esto. En vez de seguir mi vieja naturaleza destructiva, seguí una naturaleza más gentil, lo cual era algo muy extraño para mí. Sin embargo, al hacerlo creé una nueva sociedad civilizada antes de marcharme de este plano. Entre mi gente no había desiguales. Había Dioses y Diosas, y había querubines a los cuales se consideraba Diositos pequeños: los niños. Y todos eran iguales.

Cuando hablamos del amor como una persona, y a quiénes amas en tu vida y a quiénes no, es muy fácil para ti sentarte y señalar a las personas que amas o de las cuales estás enamorado, y a las personas que no amas. ¿No es eso interesante? Y, probablemente, las personas que amas son aquellas que te dan. Las personas que no amas son las que no te dan. ¿Suena eso familiar? ¿A cuántos de vosotros esto os suena a verdad? Así es. ¿Cuántos habéis dicho: «Si me amaras, harías esto»? ¿Cuántos habéis dicho eso?

Somos un ser divino concebido por amor. Eso simplemente significa que fuimos concebidos en un entendimiento ilimitado y nos fue dado un entendimiento ilimitado. Dios dijo: «¡Ve ahí fuera, y haz que ocurra! ¡Hagámoslo juntos, y yo te apoyaré siempre!»

¿Cuántos habéis oído la historia del Hijo Pródigo? Bien. El Hijo Pródigo es el que se llevó la herencia de su padre y la derrochó por ahí, huyó, durmió con cerdos y todo lo demás. Era un tipo bastante asqueroso. Pero luego regresa a casa descaradamente. Su padre le trae su propia túnica, su corona y tesoro y le da la bienvenida con los brazos abiertos. Esa es la historia de Dios y vosotros, porque vosotros sois los hijos pródigos. Dormís con cerdos.


Ramtha

del libro: El Misterio del Amor


martes, 26 de agosto de 2008

La historia del viejo maestro de Ramtha


¿Cuántos acordáis de la historia que os conté de mi viejo maestro, el de las cejas pobladas? ¿Te acuerdas de él?

Cuando pienso en mi vida, mi viejo maestro de cejas pobladas, fue quizás la primera entidad que me instruyó sobre el amor. Y lo digo porque cuando yo era joven —un joven sociable y poderoso con una opinión, una idea y un odio— tenía la facultad especial de ser una entidad intrépida. Y debido a mi falta de temor, nunca llegué a manifestar una situación que fuera tan horrible como para hacerme temer mi propio sueño.

Pero cuando sitié un bello poblado —bellísimo— éste era lo que se llamaba un lugar muy culto; un lugar alejado de la ciudad. Era como una provincia donde las entidades respetadas de esa época vivían en casas blancas, preciosas, esculpidas principalmente en mármol vivo. Estaban situadas sobre pequeñas colinas y tenían bellos jardines privados. Y en todos ellos el panorama era asombroso, especialmente si uno podía verlo en el ámbito del cielo cambiante de esa época, y cómo el color blanco del mármol reflejaba todos los colores del sol maravilloso. Si pudieras ver este lugar desde lejos, parecería una burbuja de jabón. ¿Has visto el arco iris en una burbuja de jabón y cómo se empieza a mover por todos lados?

De la misma manera, las casas de esta provincia reflejaban la luz cambiante del cielo. Y si pasabas por ahí, podías oír flautas, liras, y el murmullo de un lenguaje poético. A veces podías captar una que otra palabra. Y podías oír risas. Y podías oler la fragancia del hibisco y del jazmín, especialmente de noche. Podías ver el movimiento de una brisa suave a través de árboles que ya no existen, de color escarlata, blanco, azul y plateado, dorado, ceniza y ámbar. Uno realmente podía decir que éste era el lugar ideal para vivir. La tierra era agradable, los trabajadores eran amables, y los campos producían una cosecha abundante. Era como si la vida en este lugar en particular hubiera alcanzado un nivel excepcional de paz, tranquilidad y, sin duda, de belleza artística.

Sobre este lugar, después de Onai, yo hice marchar una horda de bárbaros. Destruimos y arrasamos el lugar por completo. Lo quemamos todo. Desde mi punto de vista, estas personas, aunque eran intérpretes y mediadores de cultura, representaban tiranos silenciosos; es decir, tiranos respetados, ya que habían alcanzado un nivel social en el cual ellos representaban lo más elevado de la cultura. Y después de haber acabado con la belleza del lugar, me sentí satisfecho en el alma por haber destruido sus sueños, los cuales percibí que habían realizado a costa de mi pobre gente, desgraciada y sin alma.

Había una casa en particular que era muy bonita. Aunque no era exactamente grande, era hermosa porque estaba situada sola en una colina. Tenía huertos enormes y olivos francamente exquisitos. Aunque las fuentes no tenían mucha ornamentación, eran simples y bonitas, y el agua hablaba y bailaba. Todos parecían trabajar con mucha tranquilidad en este bello lugar. Y por un momento, me detuve, pero sólo por un momento. Y seguí adelante y lo destruimos.

Sentí una satisfacción grande y profunda, excepto en cuanto a este último lugar. Esto se debía a que, aunque se encontraba en la misma región, parecía diferente de los otros lugares. Supuestamente, le habíamos dado la libertad a toda esa gente, la cual, como me llegué a enterar más tarde, no había querido ser liberada después de todo. ¿Cómo le dices a la gente: «He quemado tus huertos y he saqueado tu ganado. He destrozado tus casas y he liberado a la gente que trabajaba para ti, y ahora eres libre»?

La lección que hay que entender es que no todo el mundo está de acuerdo con todo lo que tú quieres.

Pero se nos habían unido muchas personas en este lugar en particular, y no eran tan bárbaras como las que se aglomeraban en las afueras de Onai. No eran tan temerarias y no actuaban de manera tan bestial. No estaban tan necesitadas. Pero vinieron con nosotros.

Y justo antes de estar listos para seguir adelante —te puedes imaginar el humo, las ovejas balando, las vacas mugiendo, los perros ladrando, la gente gritando y llorando, y yo creía que había hecho algo maravilloso— se acercó un hombre de aspecto muy aristocrático. Era mucho más bajo que yo, pero caminaba con un aire de dignidad y nobleza. Traía consigo un carro en el cual tenía varias jarras de barro, sencillas y con simples adornos. Se me acercó y se dirigió a mí usando mi nuevo nombre: el Terrible Ram. «Yo soy el Terrible Ram.»

Me miró de arriba abajo con sus bellos ojos de color azul hielo, que emanaban una luz danzante por debajo de unas cejas pobladas. Me dijo: «Ya que has allanado nuestra comunidad de manera tan juiciosa, he decidido que en vez de luchar contigo, me gustaría unirme a ti. Me necesitas».

«¿Me necesitas?» ¿Les has dicho eso a tus hijos alguna vez y observado su respuesta? Era repulsivo. Yo no quería que me dijera de esa manera aristocrática que yo lo necesitaba, ya que con un solo golpe de mi espada podía cortarlo en muchos trozos pequeños para los chacales.

Él lo admitió de buena gana y hasta alardeó de lo hábil que era yo con un arma tan grande. Dijo: «Me necesitas. He traído conmigo los vinos más finos, los cuales he estado saboreando durante mucho tiempo. Si quieres abrir las puertas de ese gabinete y mirar su interior, te darás cuenta de que aunque se ve tosco por fuera, dentro contiene un fino cofre hecho de madera de limonero, con incrustaciones de nácar, muy decorado. De todos mis bienes, es el más preciado. Y si me lo pides, te daré la llave que abre el gozne. Dentro encontrarás muchos manuscritos, tablillas, y libros. Te preguntarás, ¿por qué un cofre tan ornamentado contiene tanta basura? Porque todo lo que tengo en este cofre es la acumulación de mi conocimiento. Soy experto en matemáticas y geometría. Hablo varios idiomas. Puedo interpretar textos. Te puedo enseñar el arte de la diplomacia. Te instruiré sobre las figuras geométricas. Te instruiré sobre las estrellas que ahora se pueden ver en el cielo. Te puedo instruir sobre tus ancestros. Tengo mucho que ofrecerte. Aquí está la llave».

«No sé leer.»

«¡Tanto más me necesitas!»

Así que no acepté su llave pues, ¿qué vería yo? ¿Qué iba a entender yo? Lo único que entendía era que este hombre noble me había permitido destruir su paraíso por completo sin reprobarme, sin criticarme y sin desenvainar una pequeña espada contra mí. Él creía que yo lo necesitaba. Por lo tanto, en vez de ocultar su talento, su conocimiento y su apoyo, me los ofreció, después de que yo le había quitado todo lo que él tenía. Yo estaba impresionado.

Corrió hacia su carro y, con sus brazos flacos, sacó una jarra de vino. Me la trajo y me dijo: «Toma. Prueba esto». Y yo lo hice; lo bebí.

«¡Ah! ¿Dónde conseguiste un vino tan exquisito?»

«Bueno, mi querido Ram... ¿Ves ese campo ahí que se está quemando?»

«Ah...»

«Me atrevo a decir que lo que me queda se consideraría un tesoro.»

«Sí, es realmente un tesoro.»

«Un regalo para ti.» Así que bebí su vino. Y cuanto más vino tomaba, más simpático me caía este viejecito. Es más: ¡empecé a lamentar la acción apresurada que me llevó a quemar sus viñas!

Me dio unas palmadas en la espalda y dijo: «Es tuyo. Bien, ¿cuándo partimos»?

«Ahora mismo.»

Dijo: «Estoy contigo. Me necesitas».

«Sí, te necesito.»

Así que nos fuimos para siempre del valle de Onai y de ese bello lugar en el campo con sus casas magníficas que reflejaban los colores cambiantes del cielo. No vi mucho a mi viejo maestro, sin embargo, cuando lo hice, nunca lo vi mirar hacia atrás.

Cuando partimos, mucha de su gente miró hacia atrás para ver lo que estaba abandonando. A mí eso no me importaba. Sin embargo, tengo que decir que a medida que fui envejeciendo, pensé a menudo en las viñas de mi maestro.

Y si quizás alguna vez cometí algún error en mi vida, fue cuando tomé la decisión precipitada de destruir parte de una cultura que a mí me parecía absolutamente deliciosa.

Por lo tanto, mi viejo maestro me dio mi primera enseñanza sobre el amor. Y aunque esto me maravilló, también me perturbó. Porque aunque yo le había hecho eso a su patria y esperaba que él encontrara el momento propicio para devolverme el golpe, siempre quedé defraudado, porque nunca lo hizo. En vez de resentirse conmigo y odiarme intensamente, me daba y me instruía, a mí, un joven arrogante, pero poderoso.

¿Y sabes cómo me enseñaba? Venía a mi casa justo antes de que yo comiera y me traía un poco de su vino. Me hacía sentar y me contaba historias mientras bebíamos su vino. El estaba abriendo mi mente a las posibilidades. Y para cuando llegaba mi comida, yo ya tenía tanto color en las mejillas que resplandecía. Él me estaba dando una oportunidad para aprender. Y me enseñó bien. Él era un maestro en cuanto a la enseñanza.

Fue así que empecé a esperar con placer su compañía. Al principio, esto se debía a lo que me traía.

Pero después de un tiempo, llegué a un punto en donde lo que más quería era aprender acerca de su carácter tranquilo y de su mente extraordinaria, que podía descifrar y comprender el curso de la naturaleza, y podía iluminarme mucho más sobre mi gente más allá del manto de nubes que cubría la Tierra en esos últimos días. Me contó historias de cosas que yo no sabía y desafió mi mente y mi temperamento. Y me amaba mucho. Me enseñó todo lo que él sabía.

Nunca me regañó. Quizás tenía miedo de hacerlo, pero indudablemente tuvo la oportunidad. En vez de eso, lo que hizo fue reconocer en mí a una gran entidad que había sido abandonada y que, en ese abandono, había reunido su poder y había marchado contra la tiranía. Él sabía que era el fin de una era y que yo iba a ser la causa de ese fin. Y él reconoció sabiamente que siendo mi tutor me instruiría en temas que ayudarían a ocasionar el cambio.

Eso no quiere decir que no me maldijera. Estoy seguro de que a menudo se iba de mi tienda arrancándose los últimos pelos grises de su barba. Pero si lo hizo, nunca me lo demostró. El sabía que no podía cambiar mi mente; él sabía que sólo podía expandirla.

Bueno, mi maestro me amó con una paciencia extraordinaria, que parecía proceder de un lugar muy lejano, y que yo no poseía.

Y eso no quiere decir que siempre me gustara lo que aprendía, ya que estaba predispuesto en contra de casi todo lo que estaba aprendiendo. Pero poco a poco, a través de su temperamento, su vino maravilloso y sus ojos brillantes, me sedujo y me indujo a aceptar el conocimiento y a desarrollarme. Fue una fuerza en mi vida que no sacó provecho de mí, sino que me lo dio. Era un hombre semejante a Dios.

Y me acuerdo del último día que pasé con mi viejo maestro. Sacó una piel muy primitiva: un mapa. Ahora, esto ocurrió al fin de una era cuando la tecnología era incluso más extraordinaria que la de hoy en día. Entonces, en vez de un texto refinado, era una piel vieja, y sobre ella puso vino, aceitunas y queso. El había confeccionado esta piel cuando era un muchacho joven y contenía la historia de sus viajes y de los lugares adonde había ido.

Le pregunté: «¿Por qué te tomaste la molestia de poner esto en la piel de una cabra»?

Me respondió: «Porque no era valiosa. Era la única de mis posesiones que nadie querría nunca, pero contiene la historia de mi vida». Y entonces observamos atentamente el mapa, el trayecto de su vida: el lugar donde había nacido, lo que había aprendido, sus viajes, y con lo que se había tropezado. Y, por supuesto, estaba hecho de una manera maravillosa, en el verdadero verso que sólo él podía haber escrito.

Así que al final nos tomamos la última botella de vino y enrollamos la piel. Me la entregó con las manos y los labios temblando y me dijo: «Mi queridísimo Ram, maestro glorioso, compañero y líder, te he dado mi vida. Ahora sigue con tu vida y vívela como a mí me hubiera gustado que se soñara». Y mi viejo maestro se fue de mi tienda. Más tarde me avisaron que había muerto tranquilamente mientras dormía.

Bueno, ¿cómo explicas esto? La mayoría de los hombres en el mundo son arrogantes y egocéntricos y sólo se preocupan por sus propias perversidades, por sus propias necesidades. Amontonan cosas, personas, y actitudes. Pero aquí había un hombre entre hombres que, aunque tenía todas las riquezas del mundo, era simple y conservaba el verdadero tesoro de su elocuencia. Y ése fue su amor. Y, en verdad, dejó grabada en mí la importancia de esa cualidad.


Ramtha


Del libro: El misterio del Amor

sábado, 23 de agosto de 2008

En Dios todo es posible


En Dios todo es posible. Es nuestra falta de conocimiento lo que nos separa de algo que sentimos que nos falta. Solamente nos falta aquello que no conocemos, y si te has sentido que te has perdido algo es por que así es; te has perdido un montón de cosas.

¿Qué fue lo que te perdiste? Nunca pudiste saberlo, porque no tenías el conocimiento de saber aquello que perdiste. Te has perdido mucho, y ya has perdido mucho en esta vida. Si, así es, porque no sabías y no tenías las herramientas de conocimiento para entenderlo apropiadamente. Si la hubieras tenido estarías mucho mas avanzado.

Ahora te digo, sabiendo eso, siendo consciente de que te has perdido mucho, ¿por qué querrías aferrarte a tus limitaciones? ¿Y por qué querrías sentarte ahí y discutir con tu compañero acerca de lo confundido que estás? Cada vez que lo dices se convierte en ley, y eso a su vez se convierte en destino. ¿Cuando vas a renunciar a eso? Esa afirmación denigrante, estúpida, martirizaste, y llena de orgullo niega tu grandeza. Y es la raíz de la causa por la que te has perdido el tren hacia la gloria.

¿Cuando vas a decir no estar confundido? Y ¿cuándo vas a decir no estar enfermo? ¿Cuándo vas a decir que eres un genio? ¿Cuándo vas a decir no tener que continuar luchando? ¿Y cuando te vas a dar cuenta finalmente de que toda la preocupación del mundo no va a evitar que ocurra lo que ya has elegido, por que eres tu quien lo ha puesto en marcha?

La preocupación ¿porqué podrías preocuparte por algo que puedes corregir con tu mente? ¿Cuántos días tienes que rebajarte y perderte una realidad increíble? ¿Cuánto tiempo vas a seguir posponiendo en tu vida las manifestaciones de riqueza, salud, Dios consumado, la inmortalidad, y una mente que no solo es hermosa, sino que está llena de ingenio, honor y valentía? Si me dices; “maestro no estás siendo realista” me reiré en tu cara. Yo siempre soy realista tu eres el que no es realista.

Te has perdido muchas cosas... ¡No tienes que seguir haciéndolo!


Ramtha


El efecto de tus elecciones



Yo nunca perecí y eso es normal, nunca morí. Y elegí una línea muy particular después de que me atravesaran con la espada. Me tomó siete años contemplar a Dios pero la naturaleza y el viento eran mi vida, eran sencillamente pensamiento común. Y nunca fui un hombre confundido, nunca lo fui. Nunca me demoré por no saber que hacer, me demoré por que esperaba el momento correcto. Así que no tuve el disgusto de sentir confusión en mi vida: tu pareces llevarla como una cruz.


Cuando tomé la decisión de poner mi pasión en el viento, en esa dirección llegué a entender una inmortalidad de la cual nadie podía decirme que estaba equivocado. Puse mi pasión en ello y así es como paso. Y nunca me arrepentí. Nunca pensé que me estaba equivocando, nunca me equivoqué. Lo hice por que mi amor me llevó hasta allí, así que no morí.

Se lo que es estar en el repaso de tu vida, pues he acompañado a muchos de vosotros en vuestra revisión de la luz. Yo nunca hice una revisión de mi vida; no la necesito ¿por qué? ¿Qué es lo que necesito? No me he arrepentido de nada y lo he amado todo. ¿Qué tendría que revisar? ¿Y por qué habría de perder la memoria? no tenía otro cuerpo al cual regresar; los he abarcado a todos. ¿Y por qué no debería estar aquí en el siglo XXI? Yo lo soñé y lo hice realidad. Yo entiendo el destino.

Y se que la inmortalidad es la norma; es la línea de vida potencial más grandiosa y la más normal. Casi todo lo demás está retorcido e interconectado, siempre debido al arrepentimiento. Yo nunca lo tuve. Y te enseñé a tener una vida que tampoco lo tiene.

Esto no te está robando la vida, te está despertando para que elijas aquello que realce la que ya tienes y te aferres a ello, y hagas que tu vida sea más dulce, más hermosa, y tengas el poder de amar verdaderamente.

Te amo. Miro a cada persona individualmente. Y aquello que yo soy casi no puede contemplarse en este cuerpo. Porque cuando te miro salto de alegría. No sabes el cariño que te tengo, el cariño que os tengo a todos.

Y yo se lo hermoso que eres. No importa que la humanidad o las personas no hayan conseguido ver tu belleza. Eso no me sucede a mí, pues belleza es lo que tú eres para mí. Y cada uno de vosotros es único. Dios, te amo, te amo, porque mi vida extraordinaria y las decisiones que tomé me permiten ser así. Y es la naturaleza de mí ser (y siempre lo fue). Nunca me engañé sobre lo que yo era. Yo era así. Lo que decía que era, lo hacía en serio. Lo que hice lo hice con honestidad, no con astucia. Fui solamente yo mismo. Por eso te amo tanto. No hay nada que te interrumpa mi amor.


Se que no puedes verlo, no se trata de verlo, se trata de serlo y de sentirlo. Entonces verás el efecto de tus elecciones. ¿Acaso te pedí en este trabajo, que te convirtieras en algo que lastime a otra criatura, a otra persona, que te degrade de alguna manera a ti o a los demás, o que te vuelva inferior de alguna manera? Eso nunca se encontrará en mi trabajo; jamás. Quería que lo supieras. Quería que sepas lo especial y brillante que eres, un brillo que ahora no puedes ver. Y alguien debería habérselo dicho hace mucho tiempo.


Ramtha


Del libro: Líneas de tiempo

lunes, 18 de agosto de 2008

Karma y Libre Albedrío

Hay un razonamiento que dice que esta vida está predestinada, y yo he dicho siempre que no, porque si la vida está predestinada, entonces se produce la abolición del libre albedrío, el cual permite la libertad y la nutrida creatividad de la evolución.


Y si a cada espíritu y alma individual no se le permite el impulso del libre albedrío, entonces no hay movimientos... Por lo tanto, no son conciencia y energía, sino que están contenidos en el Vacío nada más que como un potencial.


Es el libre albedrío lo que permite la movilidad de la existencia singular. Sin libre albedrío no hay existencia.


Entonces... ¿Está tu vida programada por los Señores del Karma? No. ¿Está predestinada? No, no lo está.


En cualquier momento nos desviamos de la necesidad del alma de realización y cierre: esa es la naturaleza turbulenta de la criatura humana, y es también una declaración sobre nuestra ignorancia espiritual.


No creamos un cuerpo completamente consciente del recuerdo de quienes somos al entrar en él: todavía no lo hemos conseguido. Nacemos de la matriz y de los genitales del hombre, y venimos al mundo a través del canal del nacimiento. Nacemos ignorantes y ciegos. Hemos bebido el vino del encantamiento, el vino del olvido. No recordamos quienes somos. No sabemos cual es el plan, porque hemos perdido nuestro tiempo y espacio por la carne en la cual yacen nuestros asuntos inconclusos. Todavía no se te ha ocurrido que la próxima vez que estés en el Plano Sublime deberás acordarte de incluir la memoria completa de quien eres al entrar en el cuerpo; una sugerencia de tu profesor.


Algunos dirán que eso no es posible. ¿Por qué? Nómbrame algo que no sea posible en el reino de los cielos y te mostraré a un Dios imperfecto. Todo es posible. Sencillamente nadie ha pensado en ello todavía, incluso en el Plano Sublime hay un statu quo. ¿No es eso interesante?


Ramtha


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Ama tu vida y hazla inmortal



El velo entre el humano y el Dios es muy fino.

La línea entre la alegría y la tristeza miserable es muy fina.

Lo que nos saca de la tristeza miserable es elegir la alegría.

Lo que nos proporciona salud perfecta es elegir tenerla en lugar de elegir estar enfermos y sufrir.

Lo que nos permite florecer en un hermoso Dios es decidirnos por Dios y no por nuestro cuerpo.

¡Y ese es un velo muy fino!


Líneas de Tiempo

miércoles, 13 de agosto de 2008

El sueño de Ramtha junto al fuego hace 35.000 años



La línea de tiempo que creaste esta noche es exactamente igual a lo que hiciste en el Plano Sublime. Ahora, lo importante de esto es que creaste una línea de tiempo basada en la hipótesis de que no hubieras elegido estar aquí” ¿Entiendes?


Hace 35.000 años, en mi cabaña (Junto a un fuego que danzaba, una enorme espada en el rincón, y muchos anillos de humo saliendo de mi pipa) yo cree recuerdos del futuro en los que se desplegaría esta línea de tiempo. La importancia de saber esto es que esa información estaba a tu disposición en el Plano Sublime, y convertiste esa línea de tiempo en esto. ¿Lo entiendes?.


Quiero que comprendas algo. La pequeña charla de esta noche va a tener muchas ramificaciones en tu contemplación. Comprenderás con certeza tantas cosas, y tendrás respuestas y conocimiento sobre tantas cosas, que la vida no será tan ardua y tan seria. Entenderás que se te ha quitado un peso de encima, porque se te ha impartido el conocimiento.


Pero déjame decirte esto: la línea de tiempo que te pedí que hicieras esta noche, que no incluye en ella las enseñanzas (el corpus de la Gran Obra) habría sido la vida que siempre has tenido, en la cual tomabas tus decisiones basándote en el statu quo y no en tu alma. ¿Sentiste algo aquí (en el pecho donde reside el alma) al escuchar mi nombre? ¿Lo sentiste? ¿Sentiste algo aquí al leer mis palabras? Bueno, el alma registró la información mucho antes de que vinieses aquí.


¿Sabes con cuanta frecuencia te habla tu alma? En este plano la llamamos tu conciencia, pero es tu alma. Tu alma ejerce una poderosa presión en el pecho cuando vas en contra de algo que es una oportunidad; la sientes aquí. ¿Sabes que significa eso? Que te has perdido la línea de tiempo predestinada. ¿Sabes en cuantas vidas has hecho eso? ¿Lo sabes? Muchas veces. ¿Y sabes como lo sé? Porque todavía tienes asuntos inconclusos. ¿Y no sabes que en cada vida que se programó ese asunto inconcluso, el alma lo registró como línea de destino? Y en el momento en que llegaste a esa línea de destino en la que habías decidido volverte humilde (usando como ejemplo el orgullo), conseguir volverte humilde, tu orgullo se interpuso en el camino y elegiste eso en lugar de la humildad. Fue ahí cuando esa presión irrumpió en tu vida, pero te perdiste su línea de tiempo.


También tienes que entender que esa fue la oportunidad que creaste en el cielo para terminar con el asunto, ya que la línea de tiempo, magnéticamente, es una línea de destino larga, y solamente la programamos una vez.


Eso te responderá a otras preguntas. Así que fuiste en contra de lo que sentiste aquí adentro. Y probablemente tenías innumerables razones en ese mismo momento para ir en contra de ello. Quizás no era políticamente correcto hacerlo. A lo mejor se trataba de alguien a quien despreciabas o de quien tenías celos o envidia. O quizá si le hubieras hecho eso a esa persona, hubieras ido en contra de lo socialmente establecido. A lo mejor eras una persona importante en un grupo y al grupo no le gustaba esta persona, y sin embargo, esa persona era tu mensajero. Y en lugar de tomar en cuenta la necesidad del alma, te inclinaste por la presión de la popularidad, la conciencia social.


¿Has escuchado historias sobre personas (que tu piensas que lo son o que las has denominado buenas personas) que debido a un suceso que les cambió la vida han trabajado muy arduamente toda su vida, sólo han hecho el bien, han ayudado y servido a los demás, han sido amables con el prójimo, han hecho todo tipo de cosas, hacen lo imposible por los demás, y parece que todo lo malo les pasase a ellos? ¿Has oído hablar de personas así?

Todo lo que haces no es suficiente, todo lo que das no es suficiente, todo lo amable y lo dulce que puedes ser, no es suficiente, porque nunca, jamás, puedes liberarte de esa presión en el pecho. Y por eso intentas compensarlo; pero no puedes compensarlo.


¿Y por qué? “Tu dices que conciencia y energía crean la naturaleza de la realidad, Maestro” Así es. Pero este Dios creó esta vida para poner de relieve los asuntos inconclusos y dedicar el resto de su vida a la propagación de hacer conocido lo desconocido, la aventura deseada. Y ese incidente tuvo importancia porque hubo otro ser espiritual que se ofreció a ser ese mensajero, ya que eso también le servía de ayuda a el, y ahí termina el programa. Así que la entidad lucha toda su vida para superar el dolor en su pecho, y la realidad que se está creando en esa lucha. ¿Entiendes? Y el dolor no desaparece.


Lo que intento decirte es que cuando escuchas a tu alma y a tu espíritu sigues el camino más noble y elevado que jamás hayas elegido. Tienes la oportunidad más grande que hayas elegido en 35.000. Has tomado las decisiones adecuadas para cada oportunidad que se presentó en tu camino: simplemente observa cuál sería tu línea de tiempo si hubieras ido en contra de tu sentimiento.


Ahora escucha. Yo soy tu profesor; una vez fui tu líder. Soy tu profesor. Pero lo que amo de ti es el Dios que eres; eso es lo que amo en todas las cosas. Estoy aquí para enseñarte a ser eso y a entender todo, porque tú lo pediste en esta existencia. Yo preparé el plan, tú deseaste participar.


¿Qué te va a proporcionar esta línea de tiempo? Libertad absoluta. ¿No sabes que la gran obra, como dije antes, consiste en hacer las paces con la conciencia humana en la caja, el pensamiento limitado? Consiste en la importancia de tu pensamiento común y de lo que éste te proporciona. Consiste en hacer las paces con el victimismo, porque en el Plano Sublime no hay víctimas; sólo hay oportunidad. Jamás se ve de ese modo. El alma no lo ve así. El Maestro, no.




Ramtha


Libro: Líneas de Tiempo

lunes, 11 de agosto de 2008

Asuntos Inconclusos


Y durante el reposo de nuestra alma, también tenemos que observar la labor completa. Bien, ¿cuál es la labor incompleta? Tal vez hay una actitud que te conecta a todas las personas con las que has tenido contacto en todas tus encarnaciones, una actitud que ha dejado un rastro sangriento y triste. Y lo sabes por tu vida. Lo ves una y otra vez cada vez que mueres y regresas a la luz. Estás intentando sanar esto, porque es una cadena larga que te conecta con esa vida, y es muy remota.

Entonces, ¿qué haces una vez que has entendido eso? Antes de que puedas marcharte como un alma evolucionada... (un alma evolucionada es aquella que ha resuelto todos sus asuntos) vas a la plataforma de la creación donde todo es transparente. Esa alma evolucionada tiene una latitud superior, una oportunidad, y un paisaje más grandioso en el cual cultivar su misión, su travesía. Tiene su misión y es muy emocionante.

Pero en este largo y triste sendero a tus espaldas, eres tú el que se está quedando atrás. Hay seres que ya están al otro lado del Punto Cero; de alguna forma ya han resuelto esos asuntos y han seguido adelante. Crearon y crearon; evolucionaron y evolucionaron. Y en cada vida programaron volverse más y más sabios en esa vida, y comprender la verdadera definición de la libertad, y la verdadera definición de Dios, y en verdad la importancia de la vida. Ellos ya se han marchado. Y tu te quedas anclado en el Plano Sublime, por decirlo así, con un montón de asuntos inconclusos que tienen siglos de antigüedad. Y podría tratarse de algo tan sencillo como el orgullo, no admitir que estabas equivocado, ser incapaz de pedir perdón y, en consecuencia, incapaz de perdonar; a lo mejor sólo se trata de eso.

Cuando en este lugar de reposo entiendes eso, entonces lo tienes claro y dices: “¿Qué voy a lograr en mi próxima existencia en caso de que consiga reencarnarme?” y esto siempre es arriesgado. Porque reencarnarse significa que tienes que llegar a través del vientre de una mujer, cuya semilla fue sembrada por los genitales de un hombre. Y posiblemente hayas pertenecido a ambos sexos en tus experiencias.


Pero aquí es cuando se pone un poco difícil. Por tu propia elección, en tus dos últimas vidas no has tenido hijos, porque no te gustan, no tienes tiempo para ellos. Y la ironía es que necesitas regresar. Entonces, ¿Cómo se concilia tu actitud con una pareja fructífera, cuya unión aportará el amor para concebir a una hermosa criatura? ¿Cómo se concilia eso? Tu no estuviste dispuesto a hacerlo, pero esperas que alguien lo esté. Éste siempre es un tema delicado. Hay una multitud de ese tipo de gente que está esperando para volver aquí. Así que tienes que enfrentarte a eso.

De modo que ahora tenemos que encontrar una pareja apasionada. Y ojalá estemos buscando en el lugar correcto, pues queremos padres sofisticados, inteligente, de mentes abiertas, porque sabemos que el cuerpo que nos proporcionen tendrá estas cualidades genéticamente ¿verdad?

Y si nuestro problema es el orgullo, entonces tenemos que ser un poco más específicos. Queremos encontrar un cuerpo a través de una pareja de personas muy humildes, que no solo sean muy inteligentes y con motivación propia, sino que además sean humildes y bondadosas, como tú dirías, y quizás adquirieron esa clase de bondad en la comunidad y en la iglesia a la que pertenecen, o en grupos específicos de los que son miembros, y dedican una parte de su tiempo a ayudar a otras personas. Ese tipo de padres concebirá un niño que estará genéticamente predispuesto a la bondad. Porque lo que los padres han hecho emocionalmente, es proporcionar el vehículo corporal ideal y los instintos ideales dentro de ese cuerpo, que es exactamente lo que tu necesitas. Tenemos que pedirle a Dios que todavía existan personas así, ya que nuestros asuntos pendientes están relacionados con este tipo de personas, ¿entiendes?

De modo que el cuerpo nace. ¿Y cómo llegas hasta él? En realidad no elegimos a nuestros padres, elegimos nuestra genética. ¿y cómo sabemos que ese es nuestro cuerpo? ¿Acaso aparece alguien llamándonos por un número? ¿Aparece de repente un altavoz en esa hermosa pradera en el Plano Sublime? “Número treinta y dos, haz las maletas; echa un último vistazo” ¿O quizá llegas a tu casita y encuentras esperándote un telegrama que viene de la oficina principal? No, no es así como funciona. Pero ese sería un buen cuento infantil ¿verdad?

No, cuando estás en el Plano Sublime (y yo he estado allí, tu has estado allí), lo que tienes que hacer durante el reposo es establer una línea de potencial que primero te lleve a resolver un asunto incompleto (tenías que resolverlo). Cuando diseñaste esa línea de potencial, ¿quién estaba grabando esa información? El alma, el gran escriba del espíritu. Y cuando aclaraste todo ahí arriba, y entendiste lo que tenías que terminar, y lo que todavía te faltaba por hacer, entonces creaste una línea potencial. Tienes que hacerlo, ¿Por qué? Porque ¿cómo vas a conseguir un cuerpo a menos que crees una línea potencial?

Porque la línea potencial es la frecuencia de resonancia magnética del cuerpo que está siendo creado, y hasta que no lo hagas, no se creará ningún cuerpo para ti. ¿Y como te metes en el cuerpo? Cuando el cuerpo y la línea potencial coinciden, se produce una unión. Y ocurre en un abrir y cerrar de ojos. Así es como lo planeamos.


Ahora en tu dulce reposo en el Plano Sublime, vas a encontrar muchos espíritus afines que tienen el mismo problema. Y puede que inmediatamente os pongáis de acuerdo; inmediatamente. Es posible que la persona sentada a tu lado haya estado en el Plano Sublime contigo y, por diversión haya dicho: “Bueno, vamos a hacer esto de nuevo juntos algún día”. ¿Porqué sería esto tan extraño? Porque para haber llegado aquí, en este cuerpo, y haber regresado con un propósito específico (no aleatorio sino un propósito muy específico) tuvo que dibujarse esa línea del potencial de una vida. Y si la línea incluía que te cruzaras con ciertas entidades con las que ya te habías puesto de acuerdo en el Plano Sublime, ¿por qué te parece tan extraordinario que puedas estar sentado al lado de una persona que acordó esto contigo en el Plano Sublime, cuando esta frecuencia ruega que se manifieste su realidad? No es casualidad que os hayáis sentado juntos, así que échale otro vistazo.

En otras palabras, tú lo diseñaste. Eso se llama destino, ¿no es verdad? Bien, lo ideamos en el Plano Sublime. Es destino puro, porque recuerda que la piedra angular de esta escuela es que conciencia y energía crean la naturaleza de la realidad. ¿De qué otra forma crees que hubieses obtenido el cuerpo que tienes hoy, que en su herencia instintiva te ofreció todo lo que necesitabas concluir en esta existencia? Lo hizo y la única forma de haberlo obtenido fue creando una línea de potencial magnética llamada destino.


Ahora hay muchos personajes en tu vida, muchos actores. Hay personas que en otro lugar acordaron que aquí serían malvados contigo. Y allí son personas de lo más agradables, pero estuvieron de acuerdo en ser miserables contigo porque su camino en esta vida consiste en ser malvados. Es la vida malvada. No me preguntes por qué, pero hay vidas malvadas, y las tienen con un propósito: ser castigados. Las tienen con el propósito de causar caos. Hay un propósito para esas vidas, pues sólo al ser miserables en una cierta línea de tiempo se encuentran con las situaciones ideales que los cambiarán para siempre. ¿Lo entendiste? Y hasta puede que en tu vida haya habido personas malvadas que acordaron ser malvadas contigo. ¡Ahora están riendo de eso a carcajadas!

Ramtha


Del Libro: líneas de Tiempo


jueves, 7 de agosto de 2008

Los siete cielos de ramtha



“ La muerte del cuerpo es como entrar en un sueño. Una vez que el espíritu llama al alma, ésta viaja a través de los centros de energía del cuerpo, llamados sellos o chakras. El alma, que es memoria, abandona la masa celular del cuerpo a través del último de los sellos, el séptimo, llamado glándula pituitaria, que se sitúa en el centro de la cabeza. Este pasaje se experimenta a menudo como el viaje a través de un túnel, acompañado por el sonido del viento. La luz que se ve al final del túnel es la luz de tu ser, el espíritu de tu ser. Cuando el alma deja el cuerpo, éste expira, y la entidad se convierte en un alma-yo libre. Esto sucede en un momento, y no causa ningún dolor.


En el momento de la muerte, las cosas empiezan a iluminarse y se vuelven increíblemente brillantes. Pues en el momento en que sales de este plano dejas la densidad de la materia y vuelves a una existencia de luz. Ahí eres simplemente mente poderosa y emoción, y tu cuerpo es un cuerpo de luz, cambiando en su forma eléctrica de acuerdo con los pensamientos que son aceptados por tu forma luminosa. De ahí, vas a uno de los siete cielos. El cielo al que irás, lo determinan las actitudes que expresaste emocionalmente sobre este plano.


Ahora, lo que vosotros llamáis «cielo» es simplemente la vida y sus diferentes niveles o planos. Yeshua Ben Joseph habló de siete cielos. Bueno, existen en verdad siete cielos, son lugares reales o planos de existencia, y este plano es uno de ellos. En ninguno de los planos existe un lugar tal como el infierno para atormentar o castigar al hombre. Esto ya lo hace él mismo lo suficientemente bien. Cuando dejas el cuerpo, siempre vas a aquel cielo o nivel vibratorio que se corresponde con la conciencia de entendimiento o las actitudes emocionales colectivas que expresaste sobre este plano.


Hay siete comprensiones o niveles de entendimiento de conciencia. Los siete entendimientos son los de reproducción y supervivencia, miedo y dolor, poder, amor sentido, amor expresado, Dios visto en toda la vida, y Yo Soy Dios.


Para que entiendas: cada pensamiento que contemplas y aceptas como entendimiento, tiene una frecuencia vibratoria, que se experimenta como un sentimiento.


Así, si estás dominando el entendimiento del dolor, estás contemplando los pensamientos más limitados asociados con el dolor, los cuales producen las frecuencias vibratorias más bajas, que se experimentan emocionalmente como dolor. Si estás contemplando y dominando el entendimiento del amor y su expresión, experimentarás el júbilo de las frecuencias vibratorias más elevadas de los pensamientos de amor compartido y expresado. Dondequiera que tu conciencia predomine en su enfoque, ese será el cielo al que irás, porque el campo magnético de tu aura, el espíritu de tu ser, te llevará a la vibración de ese plano.



Ahora, tu madre se ha ido de este plano a un estado de gran paz y reposo que ella tanto necesitaba y deseaba. Ha ido al nivel de cielo que ha atraído hasta ella de acuerdo con el entendimiento de la conciencia que adquirió. Ahora está en el estado de su nivel, igual que ahora tú estás en el estado de este nivel. Su nivel es el cuarto nivel, que se asocia con la actitud emocional de amor sentido pero no expresado. Tu madre es una entidad de mucho sentimiento, pero a menudo ella no pudo expresar sus sentimientos. Tú y su marido muchas veces no pudisteis entenderla porque ella no podía comunicar la mayoría de sus sentimientos.


Tu madre está ahora en un gran nivel, y estará allí el tiempo que desee. Cuando contemple el pensamiento de avanzar, entonces continuará su expansión hacia otras dimensiones de pensamiento en una existencia al nivel de la luz. O puede volver a este plano, al primer plano, en cualquier patrón genético que sienta que sea el mejor para poder expresarse y continuar su avance directamente hasta el séptimo nivel de entendimiento en este plano, el plano de la densidad en la materia.


Este plano, este cielo, se llama el plano de la demostración, porque aquí es donde las entidades pueden atestiguar materialmente su poder creativo y cualquier actitud que estén expresando con la emoción. Este es el único de los siete planos que tiene oscuridad, y el único en donde no puedes oír la música de la luz. Es un plano en donde las entidades nacen con un gran saber interior sólo para someterse a la programación de la conciencia social, que las conduce a la ignorancia. Esto es lo que ocurre aquí, y por eso a menudo resulta muy arduo avanzar sobre este plano.


Si tu madre decide volver aquí, tendrá la opción de convertirse en el bebé de uno de tus hijos, o de los hijos de tus hijos. Si vuelve en el transcurso de tu vida, volverá como el bebé de tu hija cuando ésta decida tener hijos. Y tú podrás reconocer a tu madre, si te lo permites, porque cuando mires al bebé tendrás un sentimiento que trasciende las miradas obvias y las apariencias. Así es como la reconocerás.


¿Es tu madre consciente de ti? Totalmente. Pues cuando dejas este plano, eres mucho más consciente que cuando estás en un cuerpo. Puedes sintonizar —y así es— con todos los niveles de los que seas consciente, porque ya no estás inmerso en la densidad de la materia. Estás en una densidad más ligera, en una vibración más alta. Por eso tienes la capacidad de percibir otros niveles vibratorios que existen paralelos al tuyo y que aparecen como formas de pensamiento o formas de luz. Tu madre es muy consciente de ti, si así lo elige, del mismo modo que cuanto tú te vayas, serás muy consciente de aquellos que estén aquí, si lo deseas.


¿Es feliz tu madre? Si no eres feliz aquí, tu infelicidad sólo se amplifica cuando te vas, pues sin el cuerpo te hallas en un estado de puro sentimiento y emoción, y tus emociones se amplifican e intensifican. Pero a partir de esa Plificación rápidamente aprendes a manifestar cualquier nivel que necesites para continuar creciendo en tu comprensión de la felicidad.”


JZ Knight

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miércoles, 6 de agosto de 2008

¿Quién determina nuestro destino?



Ahora ¿Qué parte de ti determina el destino? ¿Eres tú quien determina el destino?


Al recordar ahora tu vida anterior, haciendo como una revisión... ¿podrías ver a qué estaba destinada tu vida, basándola en las elecciones que hiciste?


Tomaste una decisión y tu vida despegó. ¿Lo ves? Ahora, ¿entiendes también lo amplia que era tu base de elecciones; que lo que sabías equivalía a la cantidad de potenciales que podías escoger? ¿Comprendes eso ahora al mirar hacia atrás? ¿Lo entiendes?


Eso es otra cosa que me gustaría preguntarte: ¿Has escuchado o leído sobre el Plano Sublime? Si no lo has hecho quiero que lo hagas.


El Plano Sublime es el lugar al cual te retiras para tomarte un descanso después de la revisión de tu última vida. Y en este lugar de descanso determinas el plan para tu próxima existencia, porque es importante. ¿Por qué tienes que seguir regresando aquí? Porque no has acabado aquí; esencialmente, el trabajo está sin terminar.


Y en el Plano Sublime, en el lugar donde descansaste, normalmente se encuentran seres del mismo tipo. Normalmente tienen las mismas cosas, los mismos asuntos que resolver. Esta es una explicación muy simple, pero quiero que adquieras conocimiento.


Imagínate a ti mismo en un cuerpo completamente espiritual, en un lugar llamado cielo, y que cuando viste la revisión de tu vida, sentiste cómo tu alma se lastimó a causa de tus acciones.


Y sentiste carencia debido a las inoportunidades que creaste para ti mismo. Y de repente, en esta revisión, viste todas las revisiones que has realizado anteriormente en el Plano sublime; y ves que hay una línea constante de algo que tal vez lleves sin resolver desde hace 35.000 años. Esas son muchas vidas. Y ves que, por algún motivo, en ninguna de esas vidas se eligió esa opción durante la encarnación; está presente pero nunca se eligió.


Lo que también sabes en esta revisión de la vida es algo que no sabes aquí en este cerebro; en este cerebro te lo estoy enseñando yo. Pero en ese lugar sublime y prístino, tú sabías que estabas conectado con el Todo. Comprendías el Punto Cero, el Vacío y la unificación del espíritu, lo cual significaba que eras todas las cosas y todas las personas. Pero aún así, había una cierta peculiaridad en ti, de la misma manera que había una peculiaridad en otras personas que acababan de morir y que habían hecho el repaso de su vida. Parece que están separadas de ti, pero todos estamos unidos a través de un tejido del espíritu.


Y en la revisión, para reconocer nuestro error, sentimos las injusticias que cometimos, sentimos el dolor de la traición cuando traicionamos a alguien, sentimos lo que les hicimos a los demás, y es necesario porque cuando estamos en estos cuerpos somos criaturas egoístas que en lo único que pensamos es en cómo nos sentimos. Y nos sentimos aislados. No podemos conectarnos con nadie, con cómo se sienten los demás. Pero te juro que ese momento llegará de nuevo, y entonces verás, a medida que la energía se proyecta de nuevo desde tus bandas, todas las cosas de esta encarnación.


El entendimiento y la virtud llegan cuando te conviertes en lo que has modificado, en lo que has violado, en la persona a la que has robado, a la que has mentido, en aquello que has traicionado, en lo que has deshonrado, en la persona contra la que has levantado falsos testimonios. Y con toda tu astucia, toda tu malicia y todas tus mentiras, te conviertes en el blanco de todo lo que has censurado. Y este es el momento más doloroso de atravesar. Pero ¿De qué otra manera comprendemos que lo que le hacemos a los demás nos lo hacemos a nosotros mismos y podemos literalmente sentirlo?


Una vez que eso termina, el alma y el espíritu necesitan reposar. Siempre se te proporciona un lugar hermoso, en el entorno que desees. Y ahí tienes que contemplar, y puede que tardes años, según este tiempo.


¿Y en qué consiste la contemplación? Todo lo que sabes se hace manifiesto; todo lo que siempre deseaste saber ahora se te presenta allí, y lo sabes todo. Lo sabes todo incluso que has estado en la rueda de la reencarnación todo este tiempo. Sabes todo eso.


Y tu misión se vuelve evidente (nadie te lo dice, tu lo sabes) que tú realmente eres un agente divino del Vacío, y estás cumpliendo una misión: estás haciendo conocido lo desconocido. De ti depende tomar el Principio Madre/Padre de la Fuente sublime y crear un concepto a partir de él. Y entonces el concepto es una idea, y la idea es el patrón según el cual se colapsa y se transforma la energía. Y modificamos el paisaje de la vida. Esa es nuestra tarea; esa es nuestra misión.


Ramtha